Siete errores habituales en los cursos de aprendizaje electrónico

El aprendizaje electrónico no se utiliza únicamente en uno o dos sectores de la industria. Organizaciones de prácticamente cualquier sector pueden recurrir a los cursos de aprendizaje electrónico para diversas tareas, entre otras:

• Formar a los empleados para cumplir ciertos requisitos de conformidad
• Mejorar el rendimiento
• Expandirse hacia nuevos mercados
• Ofrecer divulgación y asistencia a la comunidad
• Otras cuestiones

Para obtener los mejores resultados posibles, es esencial planificar con mucha atención tanto el contenido del aprendizaje electrónico como la forma en que se imparte. Durante la fase de diseño del curso de aprendizaje electrónico, las organizaciones deben tener en cuenta el público al que se dirige y sus objetivos finales con respecto a la formación. En este artículo, los expertos en aprendizaje electrónico de Lionbridge explican los siete errores más habituales que se deben evitar en este tipo de materiales.

N.º 1. No adaptar el curso de aprendizaje electrónico al público al que se dirige

El contenido de aprendizaje electrónico se crea única y exclusivamente para los usuarios, por lo que es esencial tenerlos en cuenta. Antes de planificar o elegir un curso de aprendizaje electrónico, es muy importante contemplar algunos factores acerca de los destinatarios.

Si analiza estos factores durante el desarrollo o la elección del contenido del aprendizaje electrónico, se asegurará de que el curso sea plenamente accesible y tenga impacto en los participantes. Cualquiera de los factores anteriores podría suponer un obstáculo importante o incluso insuperable. Las organizaciones no solo deberían tener en cuenta a los destinatarios actuales, sino también a los que pueda haber en el futuro. Actualmente, puede que todos los empleados hablen inglés, pero es posible que, en otro momento, una empresa tenga que contratar, formar o incorporar a otros trabajadores en una nueva oficina cuyo nivel de inglés sea muy limitado. ¿Por qué no recurre a un proveedor como Lionbridge para que le ayude a crear contenido de aprendizaje electrónico para públicos procedentes de múltiples culturas y que hablen diversos idiomas? También podemos ayudarle a traducir o localizar su contenido actual. Para crear y poner en marcha un curso de aprendizaje electrónico que tenga impacto año tras año, las organizaciones deben tener en cuenta tanto a su público actual como al que puedan tener en el futuro.

N.º 2. Creación de un curso de aprendizaje electrónico con contenido poco atractivo

A priori, se espera que el contenido de aprendizaje electrónico sea interactivo, interesante y, preferiblemente, divertido. Con tantas tecnologías con las que trabajar, no hay excusa para no ofrecer un curso de aprendizaje electrónico que incluya diferentes formatos con los que los usuarios pueden disfrutar o interactuar, como vídeos, cuestionarios, una sección de debate, videojuegos, simulaciones, etc. Además, también es posible que haya participantes con diferentes grados de discapacidad (o, incluso, que se encuentren en situaciones distintas, por ejemplo, cuando no tienen auriculares) que no les permitan usar determinados formatos. Todo buen curso virtual debe ofrecer contenido, como mínimo, en dos o tres formatos distintos para que los participantes no se aburran y puedan acceder al material, sean cuales sean sus circunstancias. Al menos uno de los formatos debe ser interactivo, como un cuestionario, una sección con una breve redacción o aprendizaje en forma de juego, o incluir cualquier otro recurso que permita a los participantes evaluar su grado de comprensión sobre el tema.

Aunque el contenido debe ser atractivo, un curso nunca debe emplear un formato que no resulte adecuado para la información que se ofrece. En ocasiones, los diseñadores de cursos emplean un determinado formato simplemente porque es llamativo y atractivo, y no porque a través de él se imparta bien el contenido. Esto, en lugar de hacer partícipes a los usuarios, los confunde. Además, también hace que el participante pierda la confianza en la credibilidad del curso.

Por último, el contenido resulta más atractivo cuando presenta un buen equilibrio entre el texto y las imágenes. Cuando hay demasiado texto, a la mayoría de los participantes les resultará aburrido y difícil de procesar, especialmente cuando se trata de un material especialmente denso. Por su parte, cuando hay demasiadas imágenes, el significado podría resultar confuso o perderse por completo. Esto también se aplica en aquellos formatos en los que predominan las imágenes, como el vídeo.

N.º 3. Falta de flexibilidad

Los mejores cursos de aprendizaje electrónico se adaptan a los estudiantes de todos los niveles, desde cualquier dispositivo. A menudo, los participantes en un curso de aprendizaje electrónico presentan niveles de conocimientos previos muy diferentes. Puede que algunos entiendan ciertos fundamentos y que otros no estén nada familiarizados con la información impartida. Un curso de aprendizaje electrónico puede, y debe, resultar útil a todos los participantes, al permitirles saltarse aquellas secciones que ya entienden. En caso de que sea imprescindible garantizar que entienden la información y el curso no forma parte de una formación sobre conformidad o normativa, puede permitir a los participantes saltarse una sección y avanzar hasta el cuestionario final.

También es fundamental ofrecer cierto grado de autonomía. Un curso debe emplear un diseño flexible para adaptarse a todos los tipos de dispositivos que utilicen los estudiantes. El diseño flexible, y la posibilidad de elegir el dispositivo desde el que conectarse, ofrecen a los participantes la flexibilidad necesaria para estudiar en cualquier momento y lugar. Otra forma de ofrecer autonomía consiste en permitir a los participantes elegir el orden de las secciones que se imparten. Este método no siempre se puede aplicar, especialmente si es necesario seguir un orden concreto. Sin embargo, si la materia lo permite, este estilo ayuda a los participantes a sentirse más implicados en sus respectivos procesos de aprendizaje. La última forma de ofrecer autonomía consiste en dejar que los participantes repitan las secciones con la frecuencia que necesiten. La repetición es una de las claves del aprendizaje. Además, puede que algunas personas necesiten repasar el contenido más veces que otras.

N.º 4. Diseño de un curso de aprendizaje electrónico difícil de actualizar o mantener

Es posible que los materiales de un curso tengan que cambiar con el paso del tiempo para incluir nueva información, cambios en la legislación o un nuevo perfil de estudiantes. Puede que, ahora, el curso esté destinado a personas que posean competencias lingüísticas limitadas o que tenga que reflejar los cambios en las leyes o normas del sector que los participantes deben conocer. El diseño del curso debe facilitar la introducción de estos cambios o la incorporación de nuevo material actualizado.

Además, los cursos virtuales también deben poder adaptarse a la tecnología utilizada, incluida la plataforma de aprendizaje electrónico. Los ordenadores y los dispositivos móviles que emplean las personas también cambian con el paso de los años; por ello, el contenido del aprendizaje electrónico debe ser accesible y, al mismo tiempo, plenamente funcional a medida que se produzcan estos cambios.

La capacidad de adaptación garantiza la precisión, actualización y accesibilidad del contenido. Sin embargo, también ahorra tiempo y costes. Cambiar a un curso o una plataforma de aprendizaje electrónico completamente nuevos puede resultar complicado y suponer un gasto imprevisto para una organización. Puede exigir cierto tiempo y trabajo del que esta no dispone. Al diseñar o elegir el curso de aprendizaje electrónico adecuado, se evita este problema desde el principio.

N.º 5. No crear un curso de aprendizaje electrónico con mecanismos de evaluación y comentarios

La evaluación y los comentarios son elementos imprescindibles para todas las partes implicadas en una formación: estudiantes, desarrolladores de cursos y organizaciones que ofertan el curso. Los estudiantes necesitan evaluaciones frecuentes, o «controles de conocimientos», para realizar un seguimiento de sus avances y saber en qué aspectos deben mejorar. Los comentarios de los participantes son muy útiles para los desarrolladores, pues les sirven para mejorar la experiencia de los estudiantes (así como los futuros cursos). Y esto, a su vez, beneficia a los estudiantes, que pueden realizar los cursos actualizados. Por último, la organización que oferta el curso de aprendizaje electrónico obtendrá como beneficio una mayor rentabilidad de la inversión. Al garantizar una mayor implicación de los estudiantes y conservar más materiales del curso, se contribuye a que la organización mejore sus objetivos. Por ejemplo, los empleados que mejor aprovechen los cursos de formación tendrán un mejor rendimiento. Y, gracias a ese mejor rendimiento, la empresa obtendrá mejores resultados. Los desarrolladores de cursos deben emplear diferentes mecanismos de evaluación y comentarios en todo el curso.

N.º 6. Cursos de aprendizaje electrónico que siguen un ritmo demasiado rápido

Cuando un curso resulta abrumador para los participantes debido a que sigue un ritmo muy alto o a un exceso de contenido, será imposible alcanzar los objetivos de aprendizaje. Es probable que los estudiantes pierdan interés si se quedan rezagados o que se sientan abrumados por la cantidad de información. Además, un ritmo demasiado alto y un exceso de contenido plantearán nuevos problemas en caso de que haya que traducir o localizar estos materiales. Para evitar este problema, los desarrolladores del curso pueden:

• Reducir la cantidad de párrafos densos
• Reducir la duración de los vídeos
• Crear módulos más cortos o unidades de microaprendizaje
• Utilizar elementos multimedia
• Incorporar repeticiones útiles

N.º 7. No ajustarse a los objetivos de aprendizaje

Un curso de aprendizaje electrónico debe regirse por unos objetivos de aprendizaje sólidos y claros. Debe realizarse un «mapa del curso» o un «mapa de acciones» con el fin de desarrollar todo el contenido necesario para respaldar esos objetivos; todo lo demás es prescindible. Además, es necesario compartir los objetivos de aprendizaje con los participantes al principio del curso. Este paso ayudará a orientar a los participantes y a que se mantengan activos a la hora de alcanzar estos objetivos de aprendizaje. Se sentirán motivados y podrán apreciar el valor que tiene completar el curso con atención. Sin unos objetivos de aprendizaje claros y comunes, el curso de aprendizaje electrónico y su diseño serán como un avión al que le falta un ala.

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¿Necesita ayuda con sus iniciativas de aprendizaje electrónico? Lionbridge ofrece una amplia oferta de servicios de aprendizaje electrónico y traducción para ayudar a las empresas a impartir formación y formar a las personas en diferentes lenguas y culturas. Podemos convertirnos en su proveedor de aprendizaje electrónico de cabecera: nos ocuparemos de manera ininterrumpida de sus necesidades de principio a fin (incluido el diseño de materiales didácticos, la creación, la traducción y la localización) y de entregarle más rápido el producto final.