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El futuro del trabajo ya está aquí, pero la gran mayoría de nosotros seguimos sin estar preparados. En esta época, que el Foro Económico Mundial (WEF) describe como un escenario de «doble disrupción», la automatización y la pandemia de COVID-19 han transformado para siempre el lugar de trabajo. Para seguir siendo competitivos, los empleados deben satisfacer la demanda del creciente número de habilidades digitales, técnicas y blandas.
Sin embargo, a medida que disminuyen las oportunidades de mejorar y renovar habilidades, la capacidad de aprender se ha convertido en la habilidad más valiosa de todas. ¿Por qué? Porque, de acuerdo con las predicciones del WEF, el 50 % de los empleados tendrá que renovar sus habilidades en los próximos cinco años y las empresas no están debidamente preparadas para ayudarles.
De acuerdo con la 23.ª encuesta anual realizada por PwC entre los CEO de todo el mundo, un 74 % de ellos están preocupados por la disponibilidad de habilidades clave. Aunque el 41 % afirma que los programas de mejora de habilidades son eficaces, solo un 18 % ha realizado avances importantes para implantar estos programas con una combinación de las habilidades necesarias. Esto significa que la mayoría de las empresas no consigue seguir el ritmo de las necesidades de sus empleados ni del mercado. Por suerte, el aprendizaje electrónico puede dar la vuelta a esa situación.
A pesar de que el aprendizaje electrónico se asocia en ocasiones a ciertos cursos, como los de formación obligatoria sobre cumplimiento, en realidad se trata de una herramienta flexible que permite a las empresas crear programas a medida que desarrollen tanto las habilidades profesionales como las blandas. También constituye una de las formas más eficaces de preparar a una plantilla para el futuro.
Antes de hablar sobre las ventajas del aprendizaje electrónico, primero debemos definir los términos «habilidades profesionales» y «habilidades blandas». De este modo, podrá decidir en qué tipo de habilidades de los empleados prefiere centrarse en futuros cursos de formación.
Las habilidades profesionales, también denominadas habilidades técnicas, son una serie de competencias que resultan fáciles de cuantificar. Por lo general, se aprenden en un aula a través de materiales de formación o directamente en el trabajo. Asimismo, las escuelas y las empresas pueden emplear pruebas normalizadas para evaluar la aptitud de cada empleado.
Algunos ejemplos de habilidades profesionales son:
Hasta hace poco, las empresas invertían mucho más en contratar empleados con determinadas habilidades profesionales, como las relacionadas con el desarrollo de software. Sin embargo, a medida que la tecnología y la automatización continúan acaparando cada vez más tareas, las empresas comienzan a prestar más atención a las habilidades blandas. ¿Por qué? Porque contar con unas excelentes habilidades blandas es esencial para lograr una productividad y un rendimiento de la inversión superiores en un entorno de trabajo remoto.
Las habilidades blandas, también denominadas habilidades personales o interpersonales, no son fáciles de cuantificar. Hacen referencia a las formas de interactuar con otras personas y al resultado de esta interacción. Aunque en ocasiones se enseñan en las escuelas, este tipo de habilidades son más difíciles de medir que las profesionales. Aun así, en el entorno de trabajo moderno, cada vez resulta más necesario aprender, innovar y gestionar el estrés.
Las habilidades blandas no solo ayudan a adaptarse al cambio, sino que permiten desarrollar las relaciones interpersonales que contribuyen a alcanzar el éxito en todas las etapas de una carrera profesional. Si no se mejoran estas habilidades, podría perderse la oportunidad de colaborar en proyectos, optar a un ascenso o, lo que es peor, podría conllevar el despido.
Algunos ejemplos de habilidades blandas son:
En un entorno donde el teletrabajo es cada vez más habitual, las empresas deben asegurarse de que los empleados que contraten posean las habilidades blandas necesarias para triunfar en su puesto, por ejemplo, la gestión del tiempo, la autodisciplina y la flexibilidad. Las habilidades de gestión, como la definición de objetivos, la capacidad de toma de decisiones, el liderazgo y la comunicación eficaz, siguen siendo objeto de una gran demanda. Aunque las habilidades profesionales no han dejado de ser importantes, especialmente en puestos de carácter técnico, las habilidades blandas son las que determinarán el éxito de un empleado, tanto dentro como fuera de la oficina.
Ahora que ya conoce mejor las habilidades más demandadas, veamos una comparativa entre el aprendizaje electrónico y otros métodos para mejorar y renovar las habilidades.
Las universidades y los centros de estudios superiores ofrecen diversos cursos de educación continua. Y, a pesar de que la educación tradicional sigue siendo una forma muy popular de aprender nuevas habilidades, presenta dos grandes inconvenientes:
Los costes de matrícula pueden ser prohibitivos para las personas con menos ingresos. Pero, aun en el caso de que el dinero no sea un problema, estos cursos suelen abarcar temas genéricos. Es posible que no encuentre ninguno que se adapte a sus necesidades específicas.
Con el aumento de los cursos masivos abiertos en línea (MOOC), el aprendizaje autónomo goza ahora de gran popularidad. Sin embargo, es difícil determinar la calidad de estos programas e incluso los cursos de las universidades más importantes presentan unos índices de finalización bajos.
A diferencia de lo que sucede con otros tipos de formación, las empresas pueden personalizar los cursos de aprendizaje electrónico para satisfacer las necesidades de su plantilla. Los empleados pueden estudiar durante la jornada laboral y, de este modo, no tienen que preocuparse por encajar los cursos en su horario. Además, existen distintos modos de aprendizaje electrónico, como las microlecciones, que permiten formarse desde un smartphone o una tableta y aprender por medio de cursos basados en juegos o escenarios reales atractivos. Las empresas pueden incluso generar informes de los sistemas de gestión del aprendizaje para seguir personalizando el contenido del aprendizaje electrónico, por lo que el proceso de diseño se vuelve más eficaz y viable desde el punto de vista económico.
Pero lo mejor de todo es que los empleados afirman que pueden abarcar cinco veces más material a través del aprendizaje electrónico que con otros métodos.
Como puede ver, el aprendizaje electrónico es una de las formas más eficaces de preparar a los empleados para el mundo laboral moderno. A continuación, se muestran algunas formas de emplearlo para mejorar la productividad y aumentar la satisfacción de los empleados.
El aprendizaje electrónico le permitirá desarrollar un centro de aprendizaje en línea para los empleados con todos sus programas de formación en un único espacio virtual. De este modo, poco importa que los empleados trabajen en la oficina, a distancia o siguiendo un modelo híbrido: siempre tendrán acceso a la formación que necesiten. Así, resulta sencillo completar los cursos conforme al horario de cada uno y en sus dispositivos personales, en lugar de durante sesiones de formación obligatorias en un lugar concreto. A diferencia de la formación tradicional en línea, los cursos de aprendizaje electrónico se ajustan a diferentes anchos de banda de los dispositivos, lo que aumenta la accesibilidad para todos los empleados.
Las empresas de todo el mundo han de enfrentarse al reto de trabajar con empleados que, además de hablar distintos idiomas, pueden estar acostumbrados a diversas prácticas laborales. Por suerte, las empresas pueden adaptar fácilmente los programas de aprendizaje electrónico para las distintas culturas a través de la traducción y la localización. En Lionbridge, ofrecemos servicios integrales de aprendizaje electrónico, como diseño de materiales didácticos, formación sobre cumplimiento, creación, localización y traducción, para garantizar la accesibilidad a sus programas en todos los idiomas.
El aprendizaje electrónico puede ser una excelente herramienta para la imagen de marca corporativa. Muestra a los posibles candidatos su compromiso a la hora de invertir en el futuro de sus empleados y de ofrecerles oportunidades para mejorar y renovar sus habilidades y conocimientos en un entorno laboral tan cambiante. Al dar más visibilidad a sus programas de aprendizaje electrónico, se encontrará en mejor posición para contratar a los talentos más destacados del sector.
No es ningún secreto que la pandemia de COVID-19 ha llevado a los trabajadores a reflexionar sobre lo que buscan en una empresa. Desde opciones de teletrabajo hasta horarios de trabajo flexibles, las personas otorgan más prioridad a su tiempo personal que al salario y otras prestaciones. Las oportunidades para desarrollar nuevas habilidades también son uno de los aspectos más destacados, ya que el 94 % de los empleados afirma que se quedaría en la misma empresa si esta invirtiese en su aprendizaje. El aprendizaje electrónico permite a las empresas invertir en sus empleados, independientemente de dónde se encuentren.
A estas alturas, ya debe tener claro que el aprendizaje electrónico es el futuro de todos los tipos de formación para los empleados. Sin embargo, aunque puede resultar abrumador desarrollar un programa para toda una plantilla, no tiene por qué ser así.
Lionbridge ofrece distintos servicios de aprendizaje electrónico a empresas de todo el mundo. Durante 13 años consecutivos, nos hemos mantenido dentro de la lista Training Industry Top 20™ de empresas de externalización de servicios de formación y somos el único prestador de servicios lingüísticos que aparece en ella. Le ofreceremos el servicio integral que necesita para garantizar el éxito de su programa, sea cual sea el idioma.
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