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No es un secreto: los ensayos clínicos son complicados. Suponen un proceso muy arduo, de plazos acelerados, costes que se disparan, riesgos de regulación y la necesidad de aportar datos demostrables. Sin embargo, todos los ensayos empiezan con tres preguntas muy sencillas:
A) ¿Son el medicamento o la terapia seguros para los pacientes?
B) ¿Producen un efecto terapéutico beneficioso?
C) ¿Los beneficios del tratamiento compensan los riesgos?
Las respuestas a esas preguntas, así como la aprobación del regulador, dependen en gran medida de los datos derivados de las Evaluaciones de Resultados Clínicos (COA, por sus siglas en inglés). Las herramientas COA, al medir cómo se sienten y funcionan los pacientes en sus vidas cotidianas, aportan pruebas cuantificables para respaldar las afirmaciones terapéuticas que aparecen en el etiquetado de los medicamentos. Para determinar la COA más apropiada para cada ensayo es preciso una planificación previa del estudio que permita identificar a las partes interesadas y minimizar la varianza entre gran cantidad de variables y dificultades.
Póngase en contacto con nosotros para obtener más información sobre traducción de COA.
En este nuevo artículo de Lionbridge Life Sciences, analizamos los retos esenciales de traducción relacionados con
la planificación y el diseño de los ensayos y las COA. También analizaremos la tendencia creciente de digitalizar las COA con evaluaciones electrónicas de resultados clínicos (eCOA, por sus siglas en inglés), y el impacto de recopilar datos clínicos de forma electrónica.
¿Está listo para descubrir cómo planificar la traducción en cada fase del proceso de las COA? Descargue el artículo (en inglés) ya.