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Bienvenidos a la serie Conozca nuestra comunidad, en la que entrevistamos a nuestros colaboradores para conocerlos mejor. Nuestra comunidad es una parte indispensable de Lionbridge. Nuestros colaboradores especializados saben lo que es trabajar duro y, sin ellos, no seríamos capaces de seguir derribando barreras y tendiendo puentes.
En esta ocasión, conoceremos a László N., un lingüista húngaro que vive en Budapest.
Lo que más me gusta es que formo parte de una auténtica comunidad internacional. Esto me permite conocer y hablar con gente de todos los rincones del mundo, desde la India hasta Turquía y de muchos otros sitios. También me ofrece un gran abanico de oportunidades.
Todo comenzó mientras estudiaba lingüística. A menudo me preguntaba qué hacer con mi vida y, un día, por casualidad, conocí al amigo de un amigo en un bar. Trabajaba como traductor y, después de unas cuantas cervezas, me acabó convenciendo de que debía probar suerte en el mundo de la traducción. De esto hace más de 10 años, pero todavía sigo dedicándome a ello y, de hecho, ahora trabajo con esa persona en la misma oficina.
Lo mejor de este trabajo es la libertad. Evidentemente, tenemos unos plazos que cumplir, a veces muy ajustados, pero, al margen de eso, puedes decidir dónde y cuándo trabajar. Hay días en que estoy en casa delante del ordenador desde por la mañana muy temprano, mientras que otros prefiero salir a dar un paseo.
Solo le diría que se lo tome con calma. Que disfrute de la vida.
Me encanta la literatura, así que leo mucho siempre que puedo. También trabajo como traductor literario; por eso, incluso cuando no estoy traduciendo, sigo traduciendo.
Aparte de húngaro, hablo inglés, sueco y un poco de japonés. Me encantaría mejorar mi dominio del japonés y, quizás, aprender italiano o español.
Hace poco, volví a leer La Odisea, y siempre me ha sorprendido lo hermosa que es la expresión "rózsásujjú Hajnal", la traducción al húngaro de «la aurora de rosados dedos».
La col rellena de mi abuela, un plato que en húngaro se llama «töltött káposzta». Es una maravillosa combinación de ingredientes sencillos y muy ricos, ¡y lleva más de 60 años preparándola!
Tanto Hungría como el húngaro tienen bastantes particularidades si se comparan con el resto de Europa. Estamos muy orgullosos de nuestro idioma, pero no es nada fácil explicar los distintos sufijos, declinaciones y tiempos verbales a un cliente que quiere saber por qué no se ha seguido su glosario.
Algún día me gustaría visitar Japón, porque es un país muy diferente y realmente hermoso, pero también porque sería una buena oportunidad para practicar el idioma.
Me gusta la variedad. Un día estás trabajando en el manual de una tostadora y, al día siguiente, tienes que traducir uno de los videojuegos más esperados. También creo que en este ámbito tu mérito tiene mucho más peso que en otros; por ejemplo, en la localización, quién eres y a quién conoces tiene mucha menos importancia que tus competencias.
Me gustan todos los trabajos por igual, pero tengo que reconocer que los trabajos que más me gustan son aquellos en los que puedo echar mano de mi creatividad.