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En Connecticut trabaja el director de productos de Lionbridge Will Rowlands-Rees. Will es responsable de la gestión de la estrategia de productos de Lionbridge y no cesa en su objetivo de llevar soluciones innovadoras a los clientes de Lionbridge. Fuera del trabajo, a Will le gusta viajar, hacer pan con masa madre y pasar tiempo con su familia.
El puesto de director de productos es bastante interesante. Las empresas existen porque fabrican productos, y en esa tarea participan todas las secciones de la organización. Necesitamos al departamento de tecnología para crear nuevas soluciones para los clientes, y también recurrimos al departamento de marketing para poder transmitir la historia de la trayectoria del cliente. Por otro lado, necesitamos al departamento de ventas y operaciones para sacar el producto al mercado y a los departamentos jurídico y financiero para hacerlo correctamente. Por tanto, el producto es el elemento que aglutina todas las secciones de una organización.
A la organización le toca identificar lo que sucede en el mercado y decidir cómo avanzar y no quedarse atrás. Después, nosotros creamos los productos, siempre atractivos, que serán la respuesta a los problemas de los clientes identificados. Mi labor como director de productos es contratar a las personas más adecuadas para lograr estos objetivos y eliminar los obstáculos para que sigan haciendo el increíble trabajo que hacen.
En el día a día hay cuatro cosas que me motivan en mi trabajo. En cualquier puesto de cualquier empresa, siempre pienso en cuál es mi «porqué». Mi «porqué», o lo que me motiva realmente, es cuando identifico un problema que nadie había visto, trabajo para solucionarlo y entonces se me enciende la bombilla y el cliente queda fascinado con la fantástica solución aportada. Si eres capaz de salir a buscar esas situaciones de «eureka», ahí es donde de verdad estás cambiando algo.
Además, creo que el sector en el que se mueve Lionbridge está atravesando una transformación a lo grande. Lionbridge se ha convertido en una empresa de contenido que añade valor en todo el ciclo de vida del contenido. Visto con una perspectiva más amplia, en general ahora se está creando más contenido en el mundo. La capacidad de concentración de las personas se está reduciendo, lo que conlleva cambios en sus patrones de consumo de contenido. Así que, si las empresas quieren llegar a su público objetivo, no les queda más remedio que crear contenido de menor tamaño y más personalizado. En Lionbridge contamos con soluciones asombrosas para conseguirlo.
Mi tercera motivación está relacionada con los tipos de tecnologías con las que trabajamos, como son la inteligencia artificial y el aprendizaje automático neuronal. Gracias a ellas, estamos solucionando bastante bien problemas difíciles a escala. Además, esto ha hecho que algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo quieran asociarse con nosotros y participar en nuestro trabajo de innovación, lo que me resulta fantástico.
Y el cuarto aspecto que me motiva en mi puesto es la gente fantástica que trabaja en Lionbridge. No quiero hacer un chiste fácil, pero nuestra plantilla está repleta de verdaderos «leones». En Lionbridge se nota que la gente está orgullosa de trabajar aquí y poder solucionar los problemas como lo hacemos. Además, les encantan los clientes con los que trabajamos. Lo dan todo por la empresa y eso se nota. Aunque no se esté cerca, es una actitud contagiosa.
Cuando me fijo en una empresa, me paro a pensar en qué activos tiene. En el caso de Lionbridge, tenemos dos activos muy interesantes desde la perspectiva de los productos. Además de un dominio de los idiomas y sus matices, contamos con un importante historial de datos. Posiblemente tengamos el mayor corpus del mundo de memorias de traducción, que es fundamental para crear un modelo de aprendizaje automático. Ya sabemos que para crear algo distinto con inteligencia artificial hay que entrenarlo y proveerlo de datos. Estamos muy bien equipados para hacer esto.
En segundo lugar, a poco que buceemos en la base de clientes, encontraremos algunas de las organizaciones más grandes del mundo y con mayor influencia. Se trata de organizaciones que conocen la tecnología. Muchos de nuestros clientes son los que diseñan y crean la tecnología que usamos a diario. Y no solo eso, también son innovadores que quieren solucionar problemas a escala real. Para conseguirlo, quieren asociarse con nosotros y sacar provecho de nuestra experiencia. Es fascinante.
Hay cuatro grupos de tendencias externas que afectan a lo que Lionbridge hace. El primero de ellos está relacionado con las formas de consumir contenido de las nuevas generaciones. Ya no es que lo digital sea lo primero. Es que lo digital es lo único. Y el plazo para entregar contenido se ha reducido. Como creador de contenido, la capacidad de causar impacto es ahora mucho menor, porque podría haber alguien más intentando publicar ese contenido o contar esa misma historia. Así que para llegar al público adecuado no queda más remedio que crear contenido lo más personalizado posible. La pandemia además ha conseguido que nos sintamos más cómodos con el contenido digital, en concreto, en campos como la formación y el aprendizaje electrónico.
La segunda tendencia gira en torno a la infraestructura. En la última década el ancho de banda de Internet disponible ha experimentado un crecimiento exponencial. La consecuencia de ello ha sido un aumento masivo del consumo de contenido multimedia. Y esa infraestructura se ha introducido en lugares del mundo donde antes era casi impensable. En los últimos cinco años, más de mil millones de consumidores nuevos se han pasado al mundo online, sobre todo en regiones de África, Latinoamérica y Asia. Estos recién llegados a Internet conforman mercados nuevos en los que se necesita contenido traducido. Y esa es la parte que nos interesa.
La tercera tendencia es la tecnología. La traducción automática y la inteligencia artificial siguen mejorando. Hay otras empresas que están trabajando en tecnologías revolucionarias como el GPT-3, que ya permite crear modelos de preguntas y respuestas realmente buenos. Esta tecnología puede comenzar a escribir algo de contenido sin intervención humana. Para nosotros, estas nuevas tecnologías aportan ventajas a nuestro negocio, y reducen los plazos y los costes para los clientes.
Y por último, la tendencia de las normativas que siguen cambiando o limitando lo que se puede o no se puede hacer. Se han aprobado normativas como el RGPD, que regula el tratamiento de la información personal en Europa, y el trabajo en sectores más regulados, como el de los servicios financieros o el sector biomédico, presenta desafíos únicos. Es un tema que siempre tenemos en mente.
Acabamos de lanzar nuestra iniciativa Smart Content™. Antes de la presentación, actuamos de forma precavida e hicimos pruebas de concepto con un par de nuestros clientes más grandes. Con ellas observamos que hemos dado con la solución al siguiente conjunto de problemas que los clientes nos demandaban. Tengo muchas ganas de ver esta iniciativa en producción y crear nuevas soluciones a escala para nuestros clientes actuales y futuros. La relación con nuestros clientes ya ha comenzado a evolucionar y las expectativas son excelentes. Sin duda, no nos vamos a aburrir en los próximos 12 meses.
Vivo en New Canaan, en el estado de Connecticut. Hace ya cinco años que me mudé aquí desde la ciudad de Nueva York. Vivo en medio del bosque y tengo un jardín detrás de la casa donde mis hijos no paran de correr. Me encanta el sosiego y la tranquilidad. Me gustaba mucho Nueva York, pero agradezco haberme olvidado del tráfico y poder oír el trino de los pájaros cada mañana.
En la ciudad de Nueva York, recomiendo subir al edificio Rockefeller en vez de al Empire State Building. Suele haber menos gente, y desde la azotea del Rockefeller se puede admirar el Empire State Building en todo su esplendor.
En New Canaan, hay un parque enorme llamado Waveny Park. Allí se encuentra Waveny House, que es la mansión de la infancia de Christopher Lloyd. Donaron la casa a la ciudad para convertir la zona en un parque. En nuestra ciudad hay un poco de Regreso al futuro.
Estos días lo que más me gusta es pasar tiempo con mis hijos. Entreno a mi hijo mayor al béisbol, aunque, como buen británico, de pequeño jugaba al cricket, así que muchas veces jugamos sin bate. También me gusta hacer pan de masa madre y jugar al golf. Me encanta viajar. Crecí como expatriado en África y Asia Central, así que siempre me ha gustado volver a esas zonas.
Siempre digo que hablo un idioma y medio. A los 18 años me fui a Francia con un programa de inmersión lingüística completa. Cuando regresé tenía un nivel bastante bueno de francés, pero con el tiempo lo he ido olvidando. No puedo decir que hablo francés con fluidez, pero me defiendo.
Si hay dudas, ponte al mando. ¿Cuántas veces nos hemos visto en situaciones en las que un montón de personas esperan pacientemente a que alguien tome una decisión? El consejo que me dieron fue que para ser un jefe en las empresas, en algún momento tendría que tomar el mando. Si no hay nadie al frente, da un paso adelante y asume el mando. Lo peor que puede pasar es que alguien crea que te estás metiendo donde no te llaman, aunque lo cierto es que la mayoría de las veces la gente se entusiasma cuando alguien da un paso adelante y comienza a tomar decisiones. Lo que consigues es impulsar el asunto al contemplarlo desde una perspectiva más elevada.
Otro consejo que guardo en mi memoria es que nunca tuviera temor a equivocarme. Se aprende mucho de los errores. Como persona, hay que aprender de los errores, pero como director, también hay que dejar que otros se equivoquen.
Este último consejo sirve también para la vida: si no pides, no recibes. Si crees que podrías hacer más, no esperes a que alguien te pida que lo hagas. Comienza a hacer más o enséñale a alguien a hacerlo. La mayoría de las veces la gente espera a ver si estás listo para dar un paso adelante y asumir alguna responsabilidad más. Lo peor que puede pasar es que alguien te diga que no estás preparado o cómo tienes que prepararte. No esperes a que suceda; haz que suceda.